lunes, 5 de octubre de 2015

El sostén y la locomoción

El esqueleto humano está formado por 206 huesos. Al unirse, los huesos forman el esqueleto. Los músculos se adhieren a los huesos y de este modo permiten su movimiento.
En el esqueleto humano se pueden distinguir tres zonas o regiones principales: la cabeza, el tronco y las extremidades superiores o inferiores.

Variedad de huesos

Los huesos se clasifican según su forma en:
Huesos largos: tienen forma alargada, parecen tubos con extremos redondeados. El fémur es un hueso largo.
Huesos cortos: a lo largo y a lo ancho estos huesos son casi iguales. Los huesos que forman la columna vertebral se denominan vèrtebras y son huesos cortos.
Huesos planos: el espesor de estos huesos es menor que el largo y el ancho. Los huesos que forman el cráneo y el omòplato son huesos planos.

¿Cómo se forman los huesos?

Los huesos se convierten en órganos duros y resistentes luego de atravesar un proceso de formación que cumple varias etapas:
Etapa mucosa: durante el embarazo, cuando el bebe crece dentro de cuerpo de su mama, los huesos del bebe son blandos y tienen el aspecto de una gelatina muy espesa.
Etapa cartilaginosa: los huesos adquieren dureza y consistencia, pero todavía tienen una textura blanda y plástica que es comparable con la de una goma de borrar. Además los huesos cuentan con un cartílago de crecimiento. Este cartílago se estira y gradualmente se convierte en hueso. De esta manera, el hueso aumenta de longitud.
Etapa de osificación: los huesos se endurecen totalmente. Este periodo se extiende hasta que las personas alcanzan su crecimiento total. Se calcula que el crecimiento óseo de una persona termina entre los 20 y 25 años aproximadamente. 

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